Creo yo que lo que pasa con el armónico que suena a la octava de la cuerda al aire es que, por un lado, al ser tan fácil de hacer sonar y permitir tanta imprecisión en la posición del dedo con el que se lo toca (se lo puede hacer sonar hasta sobre fa# o el la b), se adquiere mucha impresición en esa nota. De ahí el peligro de tocarlo siempre como armónico: uno no se ejercita en la precisión de la afinación, y el día que debe pisarlo... :susto:
Por otro lado, aunque el dedo esté exactamente en la mitad de la longitud de la cuerda (que es donde en teoría está el armónico), justo en el nodo de la cuerda vibrante, donde prácticamente no vibra, al pisar la cuerda sube ligeramente la tensión de la misma, por lo que sube la afinación, de modo que el sol pisado está en realidad se halla un poco más cerca del clavijero que el sol armónico. Es fácil comprobar esto: con el dedo exactamente sobre este armónico, y luego pisar levemente la cuerda, pero sin llegar a tocar la tastiera. La diferencia de afinación es perfectamente audible. Así, al pisar sobre la tastiera, habrá que subir un poquito el dedo para que suena la misma nota que tocando el armónico.
En cuanto a lo de los músculos, yo creo que sí hay que desarrollar cierto tono y resistencia que al comenzar a tocar el contrabajo no se tiene*. Pero, acá coincido con Mr.X, es indispensable poder tocar relajadamente, y un instrumento bien regulado no debe requerir grandes esfuerzos para poder ser tocado.
* Recuerdo que hace algo más de un año un traumatólogo me midió la fuerza de las manos (¿dinamometría?) haciéndome apretar algo parecido a un freno de bicicleta, y para mi sorpresa y la de él, fue bastante mayor la medición de la mano izquierda que la de la derecha, algo rarísimo en una persona diestra.
Saludos,
Fernando.