Primero se tuvo que limpiar toda la cola blanca, debido a que se trataba de un instrumento de bajo presupuesto, hecho en China.
Después vino la fase de encolar, encajando todas las piezas para que se notara lo mínimo posible la fractura.
Después, la parte interesante fue la utilización de una barra con rosca, colocada en un ángulo específico, para unir y reforzar las dos partes del mango.
Esto no solo tuvo el beneficio de dar a la fisura más seguridad, sinó de hacer más rígido el mango con tal de mejorar el "sustain" o resonancia del instrumento ya que el contrabajista se quejaba del poco volumen y resonancia que tenía el instrumento.